Buscando mis raíces en Sahelices del Río y Castroañe
Publicado por Luis Simón Albalá Álvarez
Con sumo gusto te saltas la visita sabatina del Fontán. No hubo lectura de La Nueva España, ni sidra ni pincho de picadillo, ni tuviste que tener cuidado de ninguna gota de grasa en la camisa ni en el periódico. A esas horas estabas tomando unos vinos por Sahagún por aquello de evitar la aglomeración del mercado semanal de pimientos, castañas y baratijas varias. Tocaba dedicar un día a los pueblos de tus ancestros paternos e iba a ser jornada de casualidades. La primera: en el primer bar, con el primer vino, te encuentras una conocida de Pola de Lena....
Esta vez fuiste a tiro fijo. Después de comer en la Plaza, hubo que abreviar la sobremesa, no fueras a pasarte otro año sin cumplir el objetivo principal.
- Precisamente en mi casa.
Ahí terminó la partida. Insiste en que vayas y no te haces de rogar. Mientras tomas unas pastas caseras, te muestra unas anotaciones de los antecedentes familiares, materia prima para su árbol genealógico, que es el tuyo. Lástima de tiempo. Hay que dejar ahí la visita porque Castroañe espera.
No falta mucho para que comience a faltar la luz. En Castroañe el bar está cerrado, pero esté saliendo la gente de la misa del sábado, con la evidente preponderancia de gente mayor, la justa cuenta para que te puedan indicar en qué casa nació tu bisabuela Emilia y su hijo Simón, tu abuelo
Está claro dónde hay que buscar la información: en el bar (o en el telecentro) y en la plaza de la iglesia.
Con sumo gusto te saltas la visita sabatina del Fontán. No hubo lectura de La Nueva España, ni sidra ni pincho de picadillo, ni tuviste que tener cuidado de ninguna gota de grasa en la camisa ni en el periódico. A esas horas estabas tomando unos vinos por Sahagún por aquello de evitar la aglomeración del mercado semanal de pimientos, castañas y baratijas varias. Tocaba dedicar un día a los pueblos de tus ancestros paternos e iba a ser jornada de casualidades. La primera: en el primer bar, con el primer vino, te encuentras una conocida de Pola de Lena....
Ya hace un par de años tuviste intención de recalar en Sahelices del Río y en Castroañe, donde nacieron tu bisabuelo Félix, tu bisabuela Emilia y tu abuelo Simón, pero dedicaste más tiempo del debido a prolegómenos por otros pueblos y se te echó encima la hora. No fue un viaje perdido, porque conseguiste información entonces que te resultó útil ahora.
Esta vez fuiste a tiro fijo. Después de comer en la Plaza, hubo que abreviar la sobremesa, no fueras a pasarte otro año sin cumplir el objetivo principal.
Llegas a Sahelices. Son las cinco de la tarde. No hay casi nadie por la calle pero al menos encuentras a alguien que te encamina hacia el bar, que se llama telecentro. Dicen que de los bares no se saca nada. Bueno, a lo mejor de los bares no, pero de algún telecentro sí. Te diriges al más viejo, hay que ir a lo seguro. Preguntas si hay por allí algún Albalá. Te señala a dos. Uno está jugando una partida de dominó, que deja inmediatamente. Preguntas si sabe en qué casa pudo haber nacido tu bisabuelo Félix Albalá Guerra.
- Precisamente en mi casa.
Ahí terminó la partida. Insiste en que vayas y no te haces de rogar. Mientras tomas unas pastas caseras, te muestra unas anotaciones de los antecedentes familiares, materia prima para su árbol genealógico, que es el tuyo. Lástima de tiempo. Hay que dejar ahí la visita porque Castroañe espera.
No falta mucho para que comience a faltar la luz. En Castroañe el bar está cerrado, pero esté saliendo la gente de la misa del sábado, con la evidente preponderancia de gente mayor, la justa cuenta para que te puedan indicar en qué casa nació tu bisabuela Emilia y su hijo Simón, tu abuelo
Está claro dónde hay que buscar la información: en el bar (o en el telecentro) y en la plaza de la iglesia.
VISTO EN BURIDAN, Blog de Luis Simón Albalá
En cuanto he visto el cuaderno he sabido que era lo que buscaba ....la letra inconfundible de mi padre. El y sus croquis, ¡Ay! que hubieramos hecho sin ellos.
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