Nuevos sondeos sin perforaciones para el Almacenamiento de CO2
Un convoy de camiones surcará las tierras de León Este
Endesa ultima estos días los trabajos de preparación de la campaña de sondeos que tiene previsto iniciar en la segunda quincena de este mes, dentro del proyecto geofísico de localización de posibles zonas para el almacenamiento de CO2 procedente de la central térmica que desarrolla junto con la Ciudad de la Energía (Ciuden), en Cubillos del Sil. Los sondeos se realizarán en el término municipal de Escobar de Campos, y para llevarlos a cabo la empresa eléctrica ha formalizado contratos de permisos y contraprestaciones con los propietarios de casi 15.000 fincas de la zona.
En unos días, los camiones especiales que gestiona una compañía especializada de Alemania (DMT) iniciarán el recorrido por las rutas establecidas, para comprobar las condiciones del subsuelo a través de un sistema de ondas y recogida de información. De momento los técnicos han colocado ya el estaquillado que marca los puntos de obtención de datos, y posteriormente instalarán un sistema de cables para registrar las pruebas que recogen los resultados del sondeo.
La recogida de información por parte de los equipos especiales tendrá una duración de entre tres y cuatro meses, durante los que los vehículos especiales, traídos desde Alemania por la empresa DMT, recorrerán el trazado marcado en las fincas afectadas.
El proyecto. Todas estas tareas, junto con las perforaciones en profundidad realizadas a finales del verano, forman parte de la primera fase de las actividades de exploración del Proyecto Compostilla OXY-CFB300, cofinanciado por la Unión Europea. Se trata de un proyecto integral de captura, transporte y almacenamiento de CO2, uno de los seis financiados en territorio europeo por el Programa Energético Europeo para la Recuperación. Dentro de esta primera fase se incluye la campaña de caracterización geológica de una estructura adecuada para el almacenamiento de CO2, para lo que se analizan los terrenos de Sahagún.
Una técnica que no causará daños en las fincas que tendrán que atravesar.
Se trata en este caso de realizar una especie de «ecografías» para comprobar la idoneidad de las características del terreno para el almacenamiento de CO2.
El almacenamiento supone una inyección de CO2 comprimido en formaciones geológicas porosas a más de 800 metros de profundidad. Estas formaciones tienen que estar selladas por una capa de roca de muy baja permeabilidad.
A causa de la presión que se produce a esa profundidad, el CO2 se encuentra en un estado líquido, en el que ocupa un volumen 500 veces inferior al de su estado en la superficie.
El CO2 puede inyectarse en varias formaciones que actúen como almacén, desde yacimientos agotados de petróleo y gas a acuíferos salinos profundos o capas de carbón. Las formaciones almacén objetivo de este proyecto son los acuíferos salinos profundos, recubiertos de formaciones de muy baja permeabilidad que actúan como sello.
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FUENTES:
DIARIO DE LEÓN
LA CRÓNICA DE LEÓN
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Los trabajos consisten en el estaquillado de los puntos de obtención de datos, algunos de los cuales se encuentran en parcelas privadas cuyos propietarios “han otorgado autorización y están informados”. “La favorable disposición de los propietarios o arrendatarios de las fincas por las que pasarán los equipos ha facilitado la realización del estudio, lo que Endesa agradece”, indican fuentes de la empresa.
Endesa ultima estos días los trabajos de preparación de la campaña de sondeos que tiene previsto iniciar en la segunda quincena de este mes, dentro del proyecto geofísico de localización de posibles zonas para el almacenamiento de CO2 procedente de la central térmica que desarrolla junto con la Ciudad de la Energía (Ciuden), en Cubillos del Sil. Los sondeos se realizarán en el término municipal de Escobar de Campos, y para llevarlos a cabo la empresa eléctrica ha formalizado contratos de permisos y contraprestaciones con los propietarios de casi 15.000 fincas de la zona.
En unos días, los camiones especiales que gestiona una compañía especializada de Alemania (DMT) iniciarán el recorrido por las rutas establecidas, para comprobar las condiciones del subsuelo a través de un sistema de ondas y recogida de información. De momento los técnicos han colocado ya el estaquillado que marca los puntos de obtención de datos, y posteriormente instalarán un sistema de cables para registrar las pruebas que recogen los resultados del sondeo.
La recogida de información por parte de los equipos especiales tendrá una duración de entre tres y cuatro meses, durante los que los vehículos especiales, traídos desde Alemania por la empresa DMT, recorrerán el trazado marcado en las fincas afectadas.
El proyecto. Todas estas tareas, junto con las perforaciones en profundidad realizadas a finales del verano, forman parte de la primera fase de las actividades de exploración del Proyecto Compostilla OXY-CFB300, cofinanciado por la Unión Europea. Se trata de un proyecto integral de captura, transporte y almacenamiento de CO2, uno de los seis financiados en territorio europeo por el Programa Energético Europeo para la Recuperación. Dentro de esta primera fase se incluye la campaña de caracterización geológica de una estructura adecuada para el almacenamiento de CO2, para lo que se analizan los terrenos de Sahagún.
Los sondeos que se llevarán a cabo en los próximos meses en la zona de Escobar de Campos tienen poco que ver con las perforaciones en profundidad que se llevaron a cabo al final del verano en Villacalabuey y actualmente en Almanza. En ellas se extraen muestras a distintas profundidades (entre 1.600 y 3.500 metros), mientas que este otro tipo de sondeos una serie de vehículos especiales recorrerán la superficie para analizar a través de un sistema de ondas las características del terreno.
Una técnica que no causará daños en las fincas que tendrán que atravesar.
La campaña sísmica que ahora se inicia es el “método más preciso y eficaz para visualizar el subsuelo en profundidad y constituye una verdadera ecografía del subsuelo”.
La sísmica de reflexión comprende los siguientes dispositivos: una fuente que emite ondas en superficie y que se reflejan en el subsuelo a través de camiones llamados ‘vibroseis’; dispositivos de registro que amplifican las ondas reflejadas –geófonos– unidos entre sí por un cable continuo que transmite la información y que se disponen sobre la superficie del terreno y, por último, un camión laboratorio donde la señal recibida se procesa e interpreta. “Las consecuencias ambientales y sobre las infraestructuras de las vibraciones creadas durante las medidas son nulas”.
Se trata en este caso de realizar una especie de «ecografías» para comprobar la idoneidad de las características del terreno para el almacenamiento de CO2.
El almacenamiento supone una inyección de CO2 comprimido en formaciones geológicas porosas a más de 800 metros de profundidad. Estas formaciones tienen que estar selladas por una capa de roca de muy baja permeabilidad.
A causa de la presión que se produce a esa profundidad, el CO2 se encuentra en un estado líquido, en el que ocupa un volumen 500 veces inferior al de su estado en la superficie.
El CO2 puede inyectarse en varias formaciones que actúen como almacén, desde yacimientos agotados de petróleo y gas a acuíferos salinos profundos o capas de carbón. Las formaciones almacén objetivo de este proyecto son los acuíferos salinos profundos, recubiertos de formaciones de muy baja permeabilidad que actúan como sello.
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