Endesa ve factible el Almacen de CO2 en la comarca de Sahagún
La eléctrica se muestra muy interesada en llevar a cabo el almacen de CO2 en León Este
FUENTE: Diario de LeónCon la prudencia propia de los investigadores, y a la espera de conocer los resultados definitivos del cruce de datos que ahora se inicia, Endesa no ha encontrado en la zona del sureste de León que ha analizado ningún elemento que impida que pueda ser el lugar elegido para ubicar el almacén de CO2 de la planta de combustión limpia que desarrolla junto con la Ciudad de la Energía.
«Los resultados preliminares obtenidos en campo indican, al igual que los obtenidos en los sondeos profundos, que no se descarta que pueda existir una estructura subterránea idónea para el almacenamiento profundo de CO2. No obstante, y como en cualquier trabajo de exploración, se ha generado un gran volumen de información que deberá ser analizado por los diferentes expertos para sacar resultados definitivos sobre la idoneidad o no de la formación geológica».
Lo explica Juan Carlos Ballesteros, subdirector de I+D de Endesa, una vez concluida la toma de muestras en la comarca de Sahagún y la zona limítrofe de la provincia de Palencia. Los resultados, que estaba previsto que se conocieran a finales de este año, se concluirán finalmente entre el primer trimestre y mediados del 2013.
«La toma de datos se ha retrasado, también por las lluvias de los meses de marzo y abril».
Superficie afectada
En conjunto la superficie afectada ha sido, según el subdirector de I+D, de unos 279 kilómetros cuadrados en sísmica de tres dimensiones, y de 90 kilómetros cuadrados en sísmica de dos dimensiones. «Los trabajos se han desarrollado sobre terrenos de trece términos municipales, once de León y dos de Palencia, que comprenden 39 pedanías».
En el estudio se han obtenido datos del subsuelo, con una profundidad de cuatro kilómetros. «Los trabajos desarrollados han sido de exploración geofísica, con el objetivo de obtener información del subsuelo en dos y tres dimensiones». Se trata de conocer la geometría y dimensiones de las formaciones geológicas, para determinar las características de una zona de arenas con mucha porosidad, que serviría de almacén del CO2, y otra formación encima impermeable, que actuaría como «sello» para impedir la salida del CO2.
«Como otras técnicas geofísicas, es un método de obtención indirecto de información que no implica prácticas invasivas, no hay afección medioambiental».
Los trabajos han consistido en el tendido de cables y dispositivos espaciados unos 400 metros entre líneas, «los cuales recogían la señal reflejada por los estratos del subsuelo a partir de las ondas emitidas por unos dispositivos de vibración en superficie, montados sobre camiones llamados vibroseis».
El estudio del suelo se realizó también con grandes máquinas perforadoras, que realizaron las catas para ver la composición del suelo de la zona.
Los trabajos desarrollados en la realización de la campaña sísmica en la comarca de Sahagún han supuesto una inversión de cinco millones de euros. «Parte de esta cifra ha revertido en la economía local, y una parte muy importante ha ido a parar a los agricultores de la comarca, a través de compensaciones por permitir las tareas en sus propiedades.
En total se han recorrido más de 15.000 fincas, y los propietarios han sido indemnizados pese a que el daño ha sido prácticamente inexistente.
La recogida total de datos para determinar la idoneidad o no de los terrenos del sureste de León para el almacén geológico de CO2 forma parte de la primera fase del proyecto en el que participa, además de Endesa, la Ciudad de la Energía (Ciuden).
En su conjunto, esta fase, dentro de las investigaciones sobre combustión limpia de carbón, tiene un coste de 220 millones de euros, financiados con fondos europeos. Una fase posterior será la construcción de una central térmica a escala de demostración comercial, aunque la situación económica y las restricciones presupuestarias han supuesto una situación de «impasse» sobre los siguientes pasos que tiene que dar el proyecto.
La fase de investigación comenzó en el 2006, y ahora se llevan a cabo las pruebas tanto de captura como de almacenamiento del CO2. Quedaría pendiente después la fase de transporte, que los técnicos consideran la menos complicada.
Antes de llegar a este punto, Endesa tiene que decidir en cuál de los tres puntos que actualmente analiza como posibles almacenes para el CO2 de la futura térmica limpia se realiza la instalación.
Otras zonas
Además de en el sureste de León, la eléctrica realiza investigaciones en la cuenca del Ebro (en Zaragoza y Teruel), y en la cuenca del Guadalquivir. En el caso de Aragón los trabajos de sísmica han finalizado ya, mientras que en el Guadalquivir aún no se han iniciado.
En las tres cuencas (la de León se incluye en la del Duero) las diagrafías muestran que el subsuelo tiene una capa cuya porosidad y permeabilidad hacen posible que el CO2 que pueda inyectarse en forma de gas líquido. Y tienen también encima una capa impermeable, que actuaría como «sello» para impedir la salida a la superficie de la sustancia inyectada.
La selección de las tres zonas se ha hecho en función de criterios técnicos y geológicos.
«El futuro del almacén geológico y del proyecto relacionado con él dependerá en gran medida de los resultados que se obtengan en las zonas donde estamos llevando a cabo los trabajos de exploración». Pero no sólo de ello. Juan Carlos Ballesteros señala que el futuro depende también de la «evolución de la tecnología de captura de CO2, al igual que del grado de penetración que la tecnología tenga en su totalidad».
De momento, en el caso de la provincia de León, se han obtenido datos del subsuelo a lo largo de unos 90 kilómetros lineales en lo que se refiere al estudio geofísico en dos dimensiones.
Por lo que se refiere a la información en tres dimensiones, se ha llevado a cabo sobre una superficie de 270 kilómetros cuadrados, con una profundidad de unos cuatro kilómetros.
Estas pruebas complementan las realizadas en los sondeos de exploración profunda, que se llevaron a cabo en las localidades de Villacalabuey, en Almanza y, por último, en Celada de Cea.
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