Los yacimientos arqueológicos medivales de CEA, León

Desde la semana pasada, un gran equipo de arqueólogos se encuentra en el entorno de la localidad leonesa de Cea completando un proyecto de investigación con el apoyo de la Junta de Castilla y León y del Plan nacional de I+D que se inició en 2009

La profesora de la ULE, Margarita Fernández Mier, lidera el equipo de expertos de las universidades de León (ULE), País Vasco, Salamanca y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

Sendos proyectos de investigación se denominan respectivamente:
  • «La formación de los paisajes del Noroeste peninsular durante la Edad Media (Siglos V-XII)» Ref. HAR2010-21950-C03-03) 
  • «León en la Alta Edad Media: el territorio de Cea entre los siglos V al XII» Ref. LE302A11-1

No os perdaís a continuación con todo detalle los descubrimientos tan importantes que este equipo está llevando a cabo:

Silo medieval documentado en el paraje de La Cabaña (Cea, León)
durante las excavaciones realizadas la pasada primavera,
retomadas ahora en el mismo lugar y en Eras de San Pedro
.

FUENTE: Equipo de Investigación en Arqueología agraria del sector asturleonés de la Cordillera Cantábrica

En la Alta Edad Media, esta localidad se convirtió en un importante centro articulador del territorio. Su castillo, cuya integridad se encuentra actualmente en inminente peligro, fue fundado por Alfonso III y actuaría como un destacado centro de poder en el área circundante durante los siglos posteriores en los que los monarcas asturianos y leoneses ampliarían hacia el Sur del Duero su dominio político y territorial. 
Esta fortificación, símbolo y núcleo de la actual Cea, no puede entenderse en toda su profundidad histórica sin las familias que vivían en su entorno, sirviendo y tributando a esos poderes feudales del León medieval. 
Mediante nuestras excavaciones, recuperaremos información acerca de la vida cotidiana de estas personas: cómo y dónde vivían, qué prácticas agrícolas desarrollaban, cómo era su entorno paisajístico, qué alimentos comían y cómo los procesaban, qué objetos utilizaban en su vida diaria y de dónde procedían… 
De este modo, los pequeños fragmentos cerámicos recuperados en nuestras excavaciones, las muestras de carbones, polen o tierra que posteriormente se analizarán en distintos laboratorios y las descripciones de los espacios de hábitat que podamos documentar, terminarán por dar voz a los habitantes de Cea de hace mil años.
Los dos proyectos financiados nos permiten investigar el territorio de Cea a lo largo de la historia. 
Fundamentalmente, nuestro interés se centra en detectar núcleos habitados en los oscuros siglos que dieron paso a la Alta Edad Media desde la época tardorromana. 
El objetivo de nuestras investigaciones es comprender la evolución del poblamiento y del paisaje de esta comarca leonesa en esa época de transición. 
Mapa de dispersiones entorno al castro de Cea

A raíz de las prospecciones arqueológicas realizadas en 2009 de todo el término municipal de Cea, hemos podido identificar numerosos espacios en los que se concentran materiales arqueológicos en superficie (fragmentos cerámicos y constructivos). 
Estos restos, modestos pero muy informativos, apuntan hacia la localización de espacios de hábitat campesino de todas las épocas, aunque especialmente medievales y tardorromanos. 
Todos estas antiguas aldeas o caseríos se encuentran hoy bajo campos de cultivo, por lo que la acción del arado ha permitido que algunos de esos materiales afloren, pudiendo así documentarlos. 
Entre la amplia lista de sectores prospectados donde recuperamos materiales arqueológicos en superficie, dos de ellos destacan por su interés.

Son La Cabaña y Eras de San Pedro, a escasos metros del límite noreste de Cea.
 
En ambos casos, además de los materiales en superficie, se advierten en algunos taludes de los caminos aledaños la existencia de pequeños silos subterráneos de almacenamiento, presumiblemente medievales. 
Por ello, nuestras primeras excavaciones exploratorias se han desarrollado en estos dos espacios, con el objetivo de clarificar la cronología de ocupación de estas áreas de hábitat. 
Muy probablemente, estos enclaves estarían ocupados por campesinos que, en torno al año mil, vivirían aquí sujetos a la autoridad señorial que residía en el castillo de Cea.


RESULTADOS DEL ESTUDIO REALIZADO EN 2009

En el artículo se exponen los resultados de la prospección en el Valle del Cea trazando las dificultades metodológicas del reconocimiento del patrimonio altomedieval y planteando unas primeras hipótesis en relación a los mecanismos de configuración del hábitat. Abrimos una puerta a la reflexión metodológica e histórica desde la Arqueología Medieval. 

LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA

El Valle del Cea se localiza en la parte más oriental de la Provincia de León. El río Cea,afluente del Duero, atraviesa longitudinalmente la provincia de la León conformando, en su parte alta, un paisaje montañoso formando parte de los picos de Europa mientras que en el curso bajo del río, zona que nos ocupa, conforma un paisaje mesetario. La comarca de Cea forma parte del llamado Paramo Leonés, caracterizado por amplias llanuras de cultivos cerealícolas, y fértiles vegas próximas a ríos

CARACTERÍSTICAS DE LA ZONA DE ESTUDIO Y METODOLOGÍA


La prospección se desarrolla en una escala de análisis micro, que corresponde a la comarca de Cea integrada en unos límites geográficos que se enmarcan en el Valle del Cea, este marco de estudio local, nos permitirá posteriormente plantear hipótesis para la comprensión de las dinámicas de configuración del poblamiento altomedieval a una escala macro en la Cuenca del Duero.

A través de este proyecto queremos valorar y potenciar el uso de la metodología arqueológica en general y de la Arqueología del Paisaje en particular, demostrada ya su utilidad en trabajos similares, teniendo presente las limitaciones y problemas que acarrea pero valorando también las interesantes novedades que aporta en la investigación.

La configuración del territorio en la alta edad media en la cuenca del Duero

A la hora de plantear la estrategia metodológica de trabajo, se han tenido en cuenta tres variables, por un lado las características de la zona a estudiar, los objetivos concretos de la investigación y los medios económicos que han determinado la variable temporal junto con los medios técnicos y humanos.

Las características de la zona han sido determinantes en la elección de la metodología:
• La zona de estudio es muy extensa (112,34 Km2).
• El paisaje está altamente trasformado debido a la concentración parcelaria que se realizó en los años 70 del siglo pasado.
• La roturación del territorio es casi total fruto de la mecanización del campo del pasado siglo.
El trabajo de campo comenzó con la revisión de la carta Arqueológica de la zona, que aunque realizada de forma correcta evidenciaba la falta de yacimientos adscritos al período altomedieval, tal vez debido a una ausencia de sistematización en el trabajo de campo. Debido a este contexto físico y a la débil perceptibilidad de este patrimonio no monumental y efímero se optó por la realización de una prospección sistemática de cobertura total.

A causa de las características de los emplazamientos que se buscaban y a las intrínsecas de la zona de estudio se escogió una época del año adecuada que favoreciera la variable visibilidad. Ésta fue en Noviembre, cuando las tierras de cultivo estaban aradas y el material lavado por las lluvias de la estación.

Además de la visibilidad hay que tener en cuenta la experiencia de cada prospector en el trabajo de campo siendo importante contar con un equipo especializado. La intensidad en la prospección fue alta aunque dependía de una serie de variables que posteriormente estudiaremos.

PRIMEROS RESULTADOS Y APORTACIONES

Las propuestas teóricas e históricas a cerca de las dinámicas de configuración del poblamiento en la Cuenca del Duero han sido diversas. Existiendo un amplio abanico de propuestas, por un lado la continuidad de villas desarticuladas por el declive político y económico en los últimos momentos de imperio, la reutilización del asentamiento prerromano, denominado castros, los cuales pudieron jugar un papel importante en Roma como articuladoresde territorio por su asentamiento estratégico,
dando especial relevancia en este ámbito los “castros de valle”, ó los llamados vicus o locus,
emplazamientos de pequeño carácter, que han podido tener una dinámica compleja y de los
cuales no tenemos ninguna contrastación arqueológica. (Gutiérrez, 1996; Mínguez, 1998; Mier, 1999; Martín Viso, 2000).

Antes de aventurarnos hacía hipótesis de carácter fijista y determinantes en relación a la documentación escrita, quisimos en este trabajo plantearnos una reelectura arqueológica y metodológica en consonancia con las necesidades de este tipo de estudios, con una perspectiva a
escala local, para poder “completar” o acercarnos a diversos momentos de un proceso de
larga duración y complejidad como es el paso de la Antigüedad a la Alta Edad Media. 

Los primeros resultados del trabajo de campo con la metodología expuesta, fueron en bruto,
un conjunto de puntos de material dispersos en un territorio cuyo eje principal era el río Cea. El
estudio detallado de dichas distribuciones de material a través del entorno SIG junto a un primer estudio preliminar del material, nos permitieron distinguir ciertos modelos de ocupación de población, poniendo en relación las densidades de material de los posibles sitios
arqueológicos localizados con el entorno inmediato.

Una primera herramienta para llegar a estas conclusiones fue el análisis de densidadutilizado fue el de densidad simple, Kernel (Wheatley y Gillings 2002:186), que ofrece mediante un algoritmo el análisis de preeminencia cuantitativa de un global de puntos dados.


De acuerdo con el resultado y las observaciones presentamos unos conjuntos con alta densidad de material, en los cuales se diferencian al menos dos modelos de ocupación y posiblemente de explotación del territorio. Uno de ellos caracterizado por asentamientos ubicados en zonas llanas y cercanas a los cursos fluviales. El otro, por el contrario destaca por su localización en alturas medias. Ambos modelos parecen ser autónomos e independientes y no estar conectados entre sí.

Comenzaremos hablando del primer modelo antes expuesto, el cual tiene un claro componente de vega en su patrón de asentamiento, adscribiéndose en el los asentamientos tardorromanos.


Mapa de dispersiones del estudio de las zonas de interés. Norte y Noreste, Sureste, Este y  Noreste de Cea

Se localizan en la zona Oeste del río Cea, pertenecen a la categoría de los grandes yacimientos, bien catalogados, hablamos de las villae, Viñoza y Quintanas. En el entorno de estas grandes villae, se ha localizado una alta concentración de  emplazamientos cercanos, nuevas dispersiones, con una entidad mucho menor, pero con interesantes materiales romanos tardíos. Este tipo de yacimientos se han pasado por alto dentro de la carta arqueológica y aún no conocemos el papel que debieron jugar ni su importancia.


En la zona Este se han localizado otros denominados Palomares y la Huelga, también con material romano y que podrían haber constituir pequeños casales de montería, pastoreo u otras actividades agrícolas. (Gutierrez 1996:64). De momento y sin la excavación pertinente no se puede establecer la tipología o la categoría, pero si a través de su localización, dar densidad al mapa romano y avanzar en la investigación.

En cuanto a los yacimientos del modelo a media altura, el patrón de asentamiento es claramente diferente. Comenzamos hablando del entorno más inmediato de la localidad de Cea, el cual, ya en la Carta Arqueológica presentaba un elevado potencial patrimonial, con un total de 8 yacimientos, entre ellos la mayoría con referencia a un hagiotoponimo. El destacado castillo se impone como articulador de territorio bajo un cerro del margen Este del río. En éste se asentó en un primer momento el hábitat de época prerromana, vaceea. Pero no sabemos cuál ha sido su dinámica evolutiva  hasta la constatación de su presencia en textos a partir del S. X d. C.


Según apunta el historiador Mínguez, el  poblamiento Alto Medieval como núcleo local comenzaría en un interesante emplazamiento a poca distancia al Sur y en otro cerro prominente, en el mismo margen del río, cuyo topónimo recibe el nombre de, el  castro.

Es interesante revisar todo su entono, donde se localiza una zona denominada La Malena 8,  la cual arroja elevadas cantidades de material de época diversa, desde cerámica prerromana hasta cerámica moderna, con un gran prominencia de cerámica reductora incisa de variados diseños, fechada desde inicios del el siglo VIII d. C. en adelante. Hay que apuntar a que no se ha encontrado cerámica romana ni tardorromana en dicho espacio. Lo que nos hace pensar que nos encontramos ante un gran emplazamiento de carácter medieval con un centro de defensa y poder antigüo, como sería el Castro.

En ese mismo entorno, es muy interesante la dispersión de la Campana donde se localizó en
un corte unas manchas negras caracterizándolo como un posible fondo de cabaña.
En el Alto de San Pedro y gracias a la observación de los perfiles en la carretera se han podido localizar una serie de “silos” de gran interés con presencia de material Alto Medieval. Serán estos pequeños emplazamientos los que nos ofrecerán pistas sobre la configuración del territorio en el momento de estudio que nos ocupa.

Otro conjunto interesante en la zona Noreste de Cea, y al Sur de la Torre de Barriales, es el Yacimiento 2, Alto del Convento y Las Arenas.Pequeñas entidades a poca distancia entre sí. En este caso y respecto al anterior estudiado, no posee un centro articulador, y pueden ser emplazamientos de carácter menor, sujetos a actividades agrícolas y posiblemente con un cierto carácter autónomo. La cerámica que arrojan es también principalmente del siglo VIII d. C.



El último conjunto interesante que vamos a tratar es el LL.4. al Oeste de Cea, el problema de
visibilidad debido a la siembra de maíz en este terreno dificultaba la delimitación de la dispersión pero su emplazamiento cobra interés ante la cerámica medieval que se encontraba y por su entorno cercano a la zona  fértil de la Laguna Vallimona. Este emplazamiento se localiza cerca de una zona de turberas, interesante desde el punto de vista de los análisis polínicos.

Además el proyecto planteaba que durante la prospección se catalogara cualquier elemento
de carácter agrícola, ya que estos suelen estar asociados a este tipo de asentamientos. La experiencia en otras zonas como Álava, Galicia y Asturias, está siendo fructífera, pero en este
entorno dicha tarea fue imposible, la trasformación del territorio había borrado cualquier huella. Sólo contamos por tanto con los análisis de pólenes y las dispersiones de material.

Haciendo una relectura de estas últimas, en el entorno inmediato “near-site” podrían indicar las áreas de cultivo de dichos asentamientos.

CONSLUSIONES Y PERSPECTIVAS. 

Desde el punto de vista de la metodología, apuntamos a la necesidad de combinar los trabajos de amplia escala, desde los inventarios arqueológicos, junto con estudios de pequeñaescala con la prospección sistemática.

La necesidad de excavar y no los grandes yacimientos como las villae sino los pequeños emplazamientos, y la excavación en extensión.

Y la incorporación de la Arqueología Agraria, en los trabajos de prospección sistemática.

Desde el punto de vista histórico, vemos como la complejidad del mundo romano es enorme siendo más que los grandes yacimientos.


Planteamos la hipótesis de la ruptura en el sistema de poblamiento, no aparece cerámica tardorromana en los asentamientos medievales, pero ya que los estudios aún no han finalizado en la zona no queremos aventurarnos demasiado en nuestras afirmaciones. Si corroboramos un sistema de poblamiento en altura de pequeños asentamientos que se articulan entrono al castro a partir del siglo X d. C.

Con este trabajo queremos reivindicar la importancia de la Arqueología Medieval para este tipo de estudios de territorio, probada ya su eficacia.





AGRADECIMIENTOS
Queremos agradecer a Margarita Fernández Mier las  las reflexiones en el planteamiento de
la problemática y a Cesar Martinez Gallardo, Pablo Alonso González, Jesús Fernández Fernández y Mercedes López Vallvé que participaron activamente en la prospección con su trabajo, tiempo y esfuerzo.



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