PEREGRINACION LEONESA A TIERRA SANTA Y JORDANIA VII
Continuamos con el séptimo capítulo del viaje realizado en septiembre de 2009 tras el primer vuelo internacional del aeropuerto de León con 215 pasajeros (nacidos en Villacintor, 3, uno de Villamizar y otros muchos de los pueblos de las riberas del Esla y Cea)
Día-6
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JERUSALEN
Capitulo VIIDía-6
Jerusalén (significa casa de paz), cuando fue fundada era un pueblo pequeño y
muy pacifico, posteriormente con la llegada del rey David se convirtió en la
capital de Judea y fue la capital del
mayor imperio de la historia de Israel. Situada a una altitud de 750 metros
sobre el nivel del mar y a la que por todos los caminos se llega cuesta arriba.
Su escudo es un león muy similar al nuestro. Toda ella esta asentada sobre
roca, el río más cercano pasa a 40 kilómetros. Fue destruida y reconstruida a través de los siglos más de veinte veces por egipcios, filisteos,
babilonios, griegos, persas, musulmanes, cristianos, romanos, cruzados, mamelucos, turcos y británicos.
En tiempos de Jesús era una ciudad de 25.000
habitantes, en la actualidad tiene
750.000 de los que el 80% son judíos.
Para los cristianos es la ciudad donde vivió
Jesús los últimos días de su vida. Los
hechos más importantes de la historia ocurrieron allí, lo ocurrido cambió la
historia del mundo. Dos mil años después la ciudad también ha cambiado mucho.
Es la capital política y administrativa de
Israel y la Ciudad Santa para las tres
principales religiones de este mundo: cristianismo, judaísmo e islamismo.
Sus lugares más Santos son: La Basílica del Santo Sepulcro (cristianos),
El Muro de las Lamentaciones (judíos), La Cúpula de la Roca (musulmanes).
A parte de las numerosas iglesias cristianas,
sinagogas, mezquitas; otras religiones
no tan relevantes tienen en Jerusalén su hueco: evangelistas, rusos,
luteranos e incluso los mormones, que tienen hasta una universidad.
La mañana la pasamos en Belén, ya lo habéis visto en el capitulo especial de Noche Buena.
EL MONTE DE
LOS OLIVOS
De regreso a Jerusalén paramos en el Monte de
los Olivos para recorrerlo a pie. Es muy grande, y si en la antigüedad fue
lugar preferido para las palomas, hoy día ya no quedan.
En la parte más alta y en primer
lugar visitamos la Iglesia de la Ascensión, que es muy pequeña y de forma
octogonal, apenas caben 50 personas y en
el centro hay una piedra en el suelo que dicen que es desde donde el Señor
ascendió al cielo y dejó la huella del pie.
Muy cerca está la gruta, y encima la
Basílica del Pater Noster, lugar
donde Jesús rezó con sus apóstoles y les enseñó a rezar el Padre Nuestro En
el patio, sobre azulejos se puede leer
en 168 idiomas diferentes. Antes se salir todos cantamos el Padre Nuestro.
Lugar donde por primera vez se pronuncio el Padre Nuestro.
Continuamos caminando y llegamos hasta el cementerio judío. Los judíos cuando visitan el cementerio no llevan flores como nosotros, se limitan a poner piedras encima de las sepulturas. Las tumbas son todas de hormigón, iguales y muy sencillas, pero no están al alcance de cualquier judío porque en este privilegiado lugar cuestan 50.000 euros. Aquí está enterrado Oskar Schindler, conocido por todos gracias a la película de Steven Spielberg (La lista de Schindler).
Desde aquí se contempla una espectacular vista del Monte del Templo (también llamado Monte Moria), la ciudad vieja, la muralla, la explanada de las mezquitas, donde destaca la Mezquita del Domo de la Roca con su Cúpula de oro que a la luz del sol vespertino es espectacular y la gran Mezquita de El Aqsa. Me sorprendo mucho al comprobar que la parte más alta y más importante de Jerusalén esta en manos de los árabes.
Fuera de la muralla en la parte más baja destaca la Iglesia Rusa de Maria Magdalena, con sus cúpulas de cebolla doradas y sobre todas la central mucho más grande.
Bajando por una empinada cuesta con precaución porque el asfalto es muy resbaladizo, llegamos a la Iglesia del Dominus Flevit, antes de llegar hemos visto en una cueva cercana sepulcros y osarios con signos de los cristianos del siglo I como la cruz. Al entrar vemos un hermoso y bien cuidado por los Franciscanos templo donde el retablo es la ventana abierta al oeste hacia la ciudad de Jerusalén y desde donde Jesús al contemplar la ciudad lloró porque sabia que iba a ser destruida por completo.
La cúpula tiene forma de lágrima y en una hornacina lateral hay lacrimarios donde se recogían las lágrimas.
En la antigüedad, a los funerales que duraban tres días, iban las mujeres a llorar y recogían las lagrimas para pagarlas en función de lo que habían llorado.
EL JARDIN DE GETSEMANI
Terminada la visita al Dominus Flevit,
volvemos a la empinada vereda y en pocos minutos llegamos a GETSEMANI, al
Huerto de los Olivos, un preciosísimo jardín donde se pueden ver ocho olivos
centenarios (está vallado para que nadie entre a coger alguna rama para
llevársela de recuerdo), son únicos en Jerusalén.
Aquí Jesús pasó las horas más
amargas, angustiosas y tristes de su vida, oro y sudo sangre antes de ser
apresado, aquella noche en que sus discípulos se quedaron dormidos mientras él
un poco apartado pidió fuerza para soportar todo lo que se le venia encima,
antes de dar su vida por todos nosotros. Señor aparta de mí este cáliz………….…
hágase tu voluntad y no la mía.
A la orilla se encuentra la
grandiosa Basílica de Getsemani, también llamada de las Naciones por la
aportación de muchas en su construcción. En el interior en el suelo junto al altar está la Piedra de la Agonía, rodeada de
una majestuosa corona de espinas de bronce, una luz tenue se refleja sobre las
cúpulas azul oscuro salpicadas con estrellas que representan el cielo en la
noche. En el ábside central, un mosaico reproduce a Jesús postrado en una roca
entre olivos. En los laterales se representa el beso de Judas y la prisión de
Jesús. El lugar invita al recogimiento y la oración.
En la Fachada sobre las
columnas del pórtico, un magnifico mosaico que representa a los cuatro
Evangelistas y sobre sus cabezas a Jesús ofreciendo su sufrimiento a Dios.
Huerto de los olivos.
Olivo milenario.
Vista desde el cementerio judío.
Basílica de las Naciones.
Mural en el interior de la Basílica.
Al pie del Monte de los Olivos en el valle de Cedrón entramos en el Santuario de la Tumba de la Virgen María, también llamada Iglesia de la Asunción, hoy día podemos verla como la reconstruyeron los cruzados.
A la entrada de la nueva Iglesia hay una piedra de mármol de color castaño donde su cuerpo fue expuesto durante tres días, aunque nunca hubo tradición de que la Virgen falleciera y en muchos de nuestros pueblos celebramos las Fiestas Patronales en honor de la Asunción de María, que al no haber cometido pecado alguno ni estar sometida a la corrupción de la carne, fue conducida directamente al cielo.
Aquí dentro bajando cuarenta y cinco escalones, están las capillas de sus padres San Joaquín y Santa Ana y la de su marido San José.
Maqueta del 2º Templo.
Cuando la luz del día llegaba a su fin nos trasladaron al Museo Nacional, pasamos por la orilla del Monasterio de la Cruz, donde dicen que creció el árbol del que hicieron la Cruz de Jesús. El Monasterio pertenece al los griegos ortodoxos.
En el Museo Nacional hay una
explanada en el exterior, donde han puesto una enorme maqueta con todos los
edificios de Jerusalén (aproximadamente 2.000
metros cuadrados), tal y como
eran hace 2.000 años. Dentro exponen objetos de los esenios y fotocopias de los
manuscritos del Mar Muerto.
Regresamos a las 20 horas al Hotel para cenar
y salir para efectuar una visita
nocturna de Jerusalén.
EL MURO DE LAS LAMENTACIONES
Hacia las 22 horas salimos para
hacer una visita nocturna de Jerusalén, deseada y esperada por todos porque era
una sorpresa y no conocíamos el itinerario. Enseguida paramos para ver el edificio del
Parlamento del Estado de Israel (Knesset), un edificio modernista y fuertemente
custodiado por soldados del ejército.
Frente al Parlamento se ubica un enorme
Menorah (candelabro de siete brazos, símbolo judío), de bronce con la
particularidad de que tiene por todo él
medallones en relieve con escenas de la historia de Israel. Es único, los demás
son lisos.
Vemos el barrio judío nuevo, el antiguo donde
viven los judíos ortodoxos, el árabe y pasamos por la zona del centro donde se
ubican los principales Zocos de la
ciudad.
Finalmente después de sortear el intenso
tráfico llegamos al Monte del Templo para ver el Muro de las Lamentaciones.
Para entrar hay un control de seguridad
con dos puertas paralelas una para las mujeres y otra para los hombres.
Más adelante a la entrada de la explanada destaca una copia grande y dorada
dentro de una campana de cristal del Menorah del Templo de Salomón.
Para
acceder finalmente al Muro tienen una división para las mujeres, a la derecha
con un espacio del 20% y los hombres a la izquierda con el 80%.
Es el muro occidental del segundo Templo que fue destruido por las
legiones de Vespasiano en el año 70, el general Tito dejó este muro para que
los judíos tuvieran el amargo recuerdo de Roma que había vencido a Judea (de ahí el nombre de
Muro de las Lamentaciones).Los judíos sin embargo creen que es una promesa
hecha por Dios, según la cual siempre quedaría algo del Templo Sagrado como
símbolo de su alianza.
Al llegar hasta el Muro yo sentí una sensación
extraordinaria y una relajación inmensa, a pesar de haber madrugado, una descomunal paliza toda la tarde andando por el Monte de los Olivos y siendo
las 00.30 de la madrugada. Verte rodeado por los judíos ortodoxos principalmente (los que visten de traje negro
con sombrero, llevan la cabeza rapada con largas coletas y colgadas del
cinturón las cintas con los 613 nudos que representan las leyes de Moisés), también
hay judíos reformados y conservadores
que llevan el kipá. No te dicen nada, les ves rezando a la vez que cabecean y mueven todo el cuerpo
para que su oración sea más intensa, algunos lloran; no te atreves a rezar de
forma igual que ellos que mueven la cabeza constantemente, pero rezas y algunos
no perdemos la ocasión de hacer lo mismo
que ellos: introducir papelitos entre
las piedras del Muro con peticiones para tu familia, para los amigos, para los
del pueblo y para los atravesados del pueblo de al lado.
Para ellos no es lamentarse, es
una alegría inmensa porque el Templo no fue destruido por completo y esperan
todavía la venida del Mesías y la
reconstrucción del tercer Templo.
Después de unos minutos te
apartas para atrás y te encuentras con una mesa redonda donde están sentados
unos 20 judíos, que deben ser Rabinos y el que dirige debe ser importante. Lee
la Torá que tiene una letra pequeñísima a una velocidad de vértigo, de vez en
cuando para la lectura, gesticula con las manos y brazos dando explicaciones y
todos sonríen abiertamente manifestando
una inmensa alegría.
Para no perderte nada te acercas a la valla que separa a las mujeres y
observas que algunas tienen a sus niños entre los brazos y las que lloran lo
hacen con más intensidad que los hombres.
Empiezas a entender lo que estas
viendo y ya te tienes que marchar, pero en mi caso me hubiera gustado quedarme
allí hasta el amanecer porque la sensación de bienestar es inmensa e
indescriptible y me quedaban fuerzas para aguantar.
Estos judíos ortodoxos son los
que mantienen la religión judía antigua,
los defensores de la fe, se puede decir que son los equivalentes a los
fariseos en tiempos de Jesús. Representan una minoría el 10% de la población de
Jerusalén, no trabajan y todo el día se dedican a estudiar las leyes.
Comenta alguien que son financiados desde el exterior por judíos que tienen grandes
fortunas en Europa y América para que no se pierda su religión.
Son los que cuando se casan en las bodas los
hombres celebran su fiesta en un lugar y las mujeres en otro distinto. Cuando
llega el momento de la ceremonia ante un Rabino, la mujer tiene que raparse el
pelo y cubriese la cabeza con un pañuelo para no resultar atractiva al hombre,
el fin del matrimonio es para reproducirse. Después es la mujer quien se tiene
que encargar de criar a los hijos (suelen ser familias numerosas) y de trabajar para sustentar la familia.
Ellos por la calle suelen ir deprisa porque
consideran que ir despacio puede ser motivo de distracción y dar lugar al
pecado por observar a otras mujeres .No pueden viajar sentados junto a sus
mujeres ni dar la mano a otras para saludar.
Cuando llegamos de regreso al Hotel el reloj
esta cerca de marcar las dos de la mañana.
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