Tres Cuartos de Siglo de Monacato en el Reino de León: 1050-1125 V
V
La continuada dación
de fe
Inocencio III hacia
1219
Fuente: http://commons.wikimedia.org
Entonces, como antes y en lo sucesivo, las menciones de la observancia
monástica en las escrituras notariales que tienen por objeto las relaciones
jurídicas de los cenobios y sus contenidos económicos, son ajenas a la
sustancia del acto, de manera que tienen lugar de paso, a guisa de
identificadoras nada más del ente contratante o cual tributo pío a su propia
identidad religiosa. De ahí que, incluso después de la benedictinización, a
veces sigan siendo expresadas genéricamente, sin mencionar siempre la norma del
santo de Nursia. Por eso hay que valorarla más cuando aparece. En este orden de
cosas, un caso a destacar aunque sea sólo desde ese punto de vista formal, es
San Pedro de Montes, pues se adentra en el siglo XII con la exclusiva mención
de su regla monástica nada más, sin ninguna otra precisión, luego de recordar
haber sido fundado por los santos Fructuoso, Valerio y Genadio[35], teniendo que
aguardar a una bula monástica, expedida en Letrán, el 10 de marzo de 1202, por
Inocencio III, para encontrar citada la de san Benito[36]
Un testimonio de lo avanzado de la benedictinización, en cuanto denota la
normalidad de su curso en la iglesia territorial, es la donación[37]que los reyes Vermudo
II y Velasquita hicieron a la diócesis leonesa, el 8 de noviembre del 985, de
la iglesia de San Cristóbal de Trobajo, junto al Bernesga, que había sido del
monje y presbítero Ero hasta perderla por fornicación y homicidio en beneficio
de los monarcas, quienes además la dejaron dotada, y aseguraron con el obispo
donatario in vita scilicet sancta perseverans et secundum
Regulam Beati Benedicti recipiens vivens haudeat ista sit continea (sic) et pro nobis episcopi
monacorum fratrum orare non pigeat.
BVermudo II el gotoso
Fuente: http://es.wikipedia.org/
La Regla resulta vigente en la profesión de Casta y sus hermanas Larga y Amira,
el 8 de febrero del año mil; y en la donación[38]de su misma abadesa
Senduara, el 14 de marzo del 1002, reiterando et ancillarum Dei qui
ibidem sanctimonialem deduxerint vital vel qui ibidem advenerint “conversantes”
ad serviendum in ipsum locum sanctum. También el 10 de
marzo del mismo año mil la encontramos en Valdesaz, al entrar en la comunidad
el abad y confessus Salvato, llamado
antes Hilal, aportando la villa de Morilla de los Oteros y la iglesia de San
Pelayo, que a él le había dado el rey Vermudo, et in ipso loco
sancto omnem congregatio sanctorum qui in domo Dei sunt perseverantes et
eloquia Dei meditantes in Christo et omnem collegium fratrumque presbiterorum,
diachonorum, clericorum, archidiaconorum vel omnium qui sub Regula Benedicti
patris suntpersistentes et vitam sanctam obtinentes, como en las
donaciones de sendos matrimonios el 9 de enero de 1038 y el 12 de enero de
1040.
Monasterio de San Pelayo
donde se recluyó la reina Velasquita (Oviedo)
Autor: José Luis Filpo Cabana
Sin embargo, este retraso benedictinizante determinó que, no ya sólo el
casinense, sino el monacato sin más, hubiera de sufrir acá la competencia de la
vida canonical regular, pujante ya por esas calendas, una competencia
fundacional queremos decir[39], que habría sido
mucho más peligrosa de no haber surgido el benedictinismo cisterciense
inmediatamente[40]
Significativa de otro fenómeno que el cambio llevaba aparejado, y al que ya
hubimos de hacer alusión, es la escritura del 28 de diciembre de 1023,
documentadora de la digna extinción de un monasterio, absorbido por otro mayor,
aunque en este caso concreto se debiera a unas circunstancias en que se perfila
el trasfondo patético del devenir de la muerte y la vida con sus contingencias,
todo lo cual se nos relata con una extensión extraña en toda esta diplomática.
Se trataba de Santa Cristina de León, que había sido edificada por un padre y
un hijo, Arias y Baldredo, fundación familiar arquetípica, corriente en la
época y más todavía en la precedente, entrando en su comunidad también sus
otras hijas, Justa, María, doña Infante y Granda o Gaudiosa, y las nietas
Honorífica y Flora.
Arias pagó su tributo a la tierra, siendo enterrado allí
mismo, y entonces se hicieron igualmente monjes en la casa un hijo homónimo y
la viuda Matre. Pero los musulmanes, en una incursión propter peccata christianorum, se llevaron cautivos a todos, menos a
Baldredo y Arias, y aunque sólo dos no volvieron, los demás no pudieron
reedificar el cenobio destruido, sino que hubieron de irse a Villar de
Mazarefe, entre el Orbigo y el Bernesga, donde continuaron su vida benedictina, et conposuerunt ibi abitaculum et domus orationis et tunc abitantes sub
Regula Benedicti patris. Al fin quedó únicamente Flora, quien luego
de solucionadas con otros parientes cuestiones procedentes de la herencia, se
llevó los cuerpos de sus deudos que allí estaban[41], y dándose el título
abacial donó a Santiago de León cuanto quedaba, incluso un cáliz de plata y el
resto del ajuar, como un vaso y servicio de mesa, de plata igualmente, mirificum, una pelve, un aguamanil y dos cubas.
El día 1 de mayo de 1037 es la fecha de la donación de un matrimonio a San
Pedro y San Miguel de León, bajo el abad Teudemiro,undisque partibus
venerint qui in vita sancta monastica perseveraverint sub Regula Benedicti
patris. Y el 18 de septiembre de 1042, otro
matrimonio, Ordoño y Fronilde, él hijo de Vermudo III y ella del conde Pelayo,
declaraban haber construido Santa María de León, dotándole con bienes inmuebles
y muebles, entre éstos libros litúrgicos y musicales, poniéndole bajo la
autoridad del obispo Cipriano, aunque con el derecho a gobernarlo de su sobrina
Marina, si perseveraverit in castitate et in vita
sancta monastica sub Regula Benedicti patris.
Morilla de los Oteros. León
Autor acuarela:
CEMBADA
La aparición en un monasterio del cargo del prepósito nos denota que se había
benedictinizado. Es el caso[42]de Matallana, en un
pleito sobre unas viñas, para dirimir el cual se recurrió por cierto a la
ordalía del agua caliente, el 27 de noviembre del 1003. En otros documentos, el
parvo lenguaje monástico que se nos ofrece es típicamente benedictino. Así[43], la confessa Eufrasia,hacia el año
1013, al entregarse a Valdepueblo, seu et vobis Christi
certatrices qui ibidem decunt vitam in Deo sub regimine tramite Lorini abba vel
eciam omnes servus Dei quos deinceps ibidem venerint “conversando”, como una donación de un 22 de febrero, quizás del
1034, y una venta del 27 de julio de 1073[44].
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[35] Ahora bien, esa
invocación a los orígenes ya remotos de la casa, mantenidos en la memoria
transgeneracional mucho tiempo después de la indiscutida benedictinización,
cuando ya ésta se había hecho historia, ¿no podemos entender sintonizaba
pintiparadamente con ella misma, en cuanto suponía el respeto a la
individualidad también histórica de la comunidad, estando por ello acorde a esa
independencia monasterial que está en la base de la tradición benedictina? Por
otra parte, la complacencia de los monjes en su tradición peculiar, aun
reducida muy a menudo, a través del ineludible cambio de los tiempos, a una
nostalgia gozosa, ha sido una de las notas tipificadoras de la vida monástica
de siempre.
[36] Por cierto en unos términos imperativos, reafirmando el mandato de continuar obedeciéndola, aunque hayamos de relegarlos al estilo diplomático, el pontificio en este caso, algo ajeno por lo tanto a toda significación sustantiva: in primis siquidem, statuentes ut ordo monasticus qui secundum Deum et beati Benedicti Regulam in eodem monasterio institutus esse dignoscitur, perpetuis ibidem temporibus inviolabiliter observetur..
[37] Las referencias en lo sucesivo están tomadas, citándose por el número de los documentos editados en ellos, de los volúmenes de E.SÁEZ, Colección documental del archivo de la catedral de León.1. 775-952; él mismo y C.SÁEZ, II. 953-985; y J.M.RUIZ ASENCIO, III. 986-1031 y IV. 1032-1109 (“Fuentes y estudios de historia leonesa”, 41-3, León, 1987-90= Catedral,I, II, III y IV), a saber: II, 507, 296, 351, 439 y 405; III, 786, 602, 661, 568, 592, 617, 824, 594, 635, 723, 777, 803 y 720; IV, 959 y 984, 1002, 1166, 952, 926 y 1187.
[38] Heredades de sus padres y compadres, ganado, cubas, vasos de plata.
[39] Cfr., R.DURAND, Le cartulaire Baio-Ferrado du monastère de Grijó. XIe-XIIIe siècles (Fontes dcoumentais portuguesas, 2; París, 1971; E.CAL PARDO, El monasterio de San Salvador de Pedroso en tierras de Trasancos (La Coruña, 1984; se trata de una fundación de Munia Froilaz en 1111); él mismo, El monasterio de San Miguel de la Colleira. Historia y leyenda (Madrid, 1983; ejemplo del confusionismo posible en esta cuestón concreta de la observancia); R.CUNHA MARTINS, Património, parentesco e poder. O mosteiro de Semide do século XII ao século XV (Lisboa-Miranda do Corvo, 1992; notemos la escasez en España de estudios de este último tipo, aunque habrían también podido atraer la atención de los historiadores marxistas).
[40] Cfr., M-C.CASADO LOBATO, Colección diplomática del monasterio de Carrizo (“Fuentes y estudios de historia leonesa, 28-9; León, 1983).
[41] Cum sacerdotes, levitas simul et confessores, que se alude a la solemnidad del traslado.
[42] Además de Abellar, donde se le menciona el 17 de abril del 1001; y de Valdesaz, el 4 de julio del 1003.
[43] Y anteriormente, el 6 de julio del 956, el 96l, y el 1 de marzo del 975, en Santiago de Cellariolo; y en el femenino de San Miguel de León, el 20 de diciembre del 967.
[44] Por cierto que sigue empleando la fórmula de Casiano, coram Deo et angelis ejus; san Benito prefirió sanctis.
[36] Por cierto en unos términos imperativos, reafirmando el mandato de continuar obedeciéndola, aunque hayamos de relegarlos al estilo diplomático, el pontificio en este caso, algo ajeno por lo tanto a toda significación sustantiva: in primis siquidem, statuentes ut ordo monasticus qui secundum Deum et beati Benedicti Regulam in eodem monasterio institutus esse dignoscitur, perpetuis ibidem temporibus inviolabiliter observetur..
[37] Las referencias en lo sucesivo están tomadas, citándose por el número de los documentos editados en ellos, de los volúmenes de E.SÁEZ, Colección documental del archivo de la catedral de León.1. 775-952; él mismo y C.SÁEZ, II. 953-985; y J.M.RUIZ ASENCIO, III. 986-1031 y IV. 1032-1109 (“Fuentes y estudios de historia leonesa”, 41-3, León, 1987-90= Catedral,I, II, III y IV), a saber: II, 507, 296, 351, 439 y 405; III, 786, 602, 661, 568, 592, 617, 824, 594, 635, 723, 777, 803 y 720; IV, 959 y 984, 1002, 1166, 952, 926 y 1187.
[38] Heredades de sus padres y compadres, ganado, cubas, vasos de plata.
[39] Cfr., R.DURAND, Le cartulaire Baio-Ferrado du monastère de Grijó. XIe-XIIIe siècles (Fontes dcoumentais portuguesas, 2; París, 1971; E.CAL PARDO, El monasterio de San Salvador de Pedroso en tierras de Trasancos (La Coruña, 1984; se trata de una fundación de Munia Froilaz en 1111); él mismo, El monasterio de San Miguel de la Colleira. Historia y leyenda (Madrid, 1983; ejemplo del confusionismo posible en esta cuestón concreta de la observancia); R.CUNHA MARTINS, Património, parentesco e poder. O mosteiro de Semide do século XII ao século XV (Lisboa-Miranda do Corvo, 1992; notemos la escasez en España de estudios de este último tipo, aunque habrían también podido atraer la atención de los historiadores marxistas).
[40] Cfr., M-C.CASADO LOBATO, Colección diplomática del monasterio de Carrizo (“Fuentes y estudios de historia leonesa, 28-9; León, 1983).
[41] Cum sacerdotes, levitas simul et confessores, que se alude a la solemnidad del traslado.
[42] Además de Abellar, donde se le menciona el 17 de abril del 1001; y de Valdesaz, el 4 de julio del 1003.
[43] Y anteriormente, el 6 de julio del 956, el 96l, y el 1 de marzo del 975, en Santiago de Cellariolo; y en el femenino de San Miguel de León, el 20 de diciembre del 967.
[44] Por cierto que sigue empleando la fórmula de Casiano, coram Deo et angelis ejus; san Benito prefirió sanctis.
Antonio Linage Conde
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